El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres desde hace seis años, llegó a renunciar al asilo que le concedió Quito, según una carta suscrita por él en diciembre último y cuyo contenido conoció la AFP.

A través de esa misiva fechada el 4 de ese mes, Assange dio por terminado el asilo en el marco de una estrategia de Ecuador que resultó fallida, y con la que pretendía convertirle en diplomático ecuatoriano ante el Reino Unido y Rusia.

De carácter reservado, la carta que suscribió el australiano junto a su abogado español Baltasar Garzón, fue entregada por la cancillería a la diputada Paola Vintimilla, que indaga el proceso de naturalización de Assange, confirmó la legisladora.

El creador de WikiLeaks renunció al asilo poco antes de que Quito le otorgara la carta de naturalización el 12 de diciembre, y tratara en vano de nombrarlo en su cuerpo diplomático, con el fin de que pudiera dejar la embajada y salir incluso hacia Moscú.

Assange se refugió bajo la protección de Ecuador para evitar, en principio, ser extraditado a Suecia, que lo reclamaba para enfrentar acusaciones por supuestos delitos sexuales que no prosperaron.

Aun así, teme que si deja la legación pueda ser detenido y extraditado a Estados Unidos por difundir miles de secretos oficiales de ese país a través de su página web. La justicia británica mantiene una orden de prisión en su contra por violar condiciones de su fianza dentro del caso abierto en Suecia.

La cancillería eludió pronunciarse sobre el contenido de la carta o del actual estatus de Assange, aunque en otras ocasiones ha insistido en que a Quito "le corresponde honrar (...) los derechos que él tenga al estar dentro de la embajada".

- Fallido viaje -

Entretanto, Vintimilla, del Partido Social Cristiano, aseguró a la AFP que la semana pasada recibió documentos reservados sobre la situación de Assange.

En uno de los escritos, el ministerio sigue refiriéndose al australiano como asilado, una condición que no es reconocida por Reino Unido debido a que no es parte de la Convención de Caracas sobre asilo diplomático de 1954.

Ante la negativa de Londres a dar un salvoconducto para que Assange pudiera abandonar la legación, poco después de que renunciara al asilo, el gobierno de Ecuador emprendió acciones para que Assange se beneficie de derechos diplomáticos.

El 15 de diciembre Ecuador lo nombró consejero de su embajada en Londres y cuatro días más tarde lo designó para el mismo cargo en la legación de Moscú, lo que fue notificado al Reino Unido.

Sin embargo, Londres rehusó reconocer esos nombramientos.

"A la par también se estaba haciendo gestiones para que una vez que Londres, el Reino Unido, aceptara que él fuera diplomático, enviarlo a Moscú", expresó Vintimilla a la AFP.

Agregó que "según la documentación, había dos opciones. La una salir por barco a Ecuador o la otra salir a Rusia como diplomático ecuatoriano. Esas eran las opciones, ninguna de esas se pudo concluir, no se pudo realizar ante la negativa del Reino Unido".

El rechazo británico llevó a Quito a declarar nulas las dos designaciones de Assange como consejero diplomático.

"Tenemos los documentos, un acuerdo ministerial donde se le nombra a él (Assange) representante diplomático del Ecuador en la capital de Rusia", enfatizó la asambleísta, quien además denuncia "irregularidades" en la forma en que Ecuador le dio la nacionalidad al australiano.

El presidente Lenín Moreno, quien considera el caso Assange una "piedra en el zapato" para su nación, dijo en julio en Madrid que "hay que encontrarle una salida. Una salida que defienda sus derechos, principalmente su derecho a la vida, y que al mismo tiempo le pueda dar al Ecuador la posibilidad de no tener lo que representa sin duda alguna un problema para nuestro país".